Crónica de Víctor Fernández. Finisher Ironman As Pontes

Un año después de ser finisher de mi primer Ironman (3,8km natación, 180km bici, 42km carrera a pie) me presento de nuevo en As Pontes para intentar de nuevo ser finisher.

Han sido ocho meses de entrenamiento que comencé muy animado, quizás por la euforia se haber terminado uno y querer más y más. Poco a poco esa euforia fue desapareciendo a medida que los entrenamientos aumentaban de duración. Comenzaba lo más duro del invierno y había que seguir entrenando si o si.
Cada día el ánimo bajaba,  se unía a la falta de tiempo para entrenar que me hacia pensar en muchos momentos en abandonar, me encontraba bien físicamente pero moralmente agotado y en pruebas de larga distancia mantenerse motivado es un 90% de posibilidades de lograr el objetivo.
Sin embrago las circunstancias parecía que se ponían de acuerdo para hacerme abandonar, nevadas, gripe, lesiones, malos horarios en el trabajo, cualquier cosa se convertía en un elemento negativo para forzarme a abandonar.
Pasado ese gran bache y con la llegada de los días de "buen tiempo" los entrenamientos iban saliendo hacia delante, sumando y sumando acumulando más horas y kilómetros que el año anterior, por lo que si el año anterior pude hacerlo este año también lo conseguiría. Eso era lo lógico a pensar, pero a mi todo me parecía insuficiente y seguía pensando que no debía acudir a la cita de As Pontes.

Para rematar el año una semana antes del Ironman enfermé, fiebre, tos, mocos.
La cosa se complicaba más aún, antibiótico y reposo a una semana, ya sólo pensaba cuando abandonaría, en la natación, la bici, la carrera a pie.............

28 de Junio de 2015, son las 04:30h y toca el despertador, no puedo expresar las malas sensaciones y el desánimo que tengo para afrontar la prueba, totalmente opuesto al año anterior.
Desayuno fuerte preparo ropa, avituallamientos y demás y nos vamos para As Pontes.
El día se presenta con niebla, la temperatura no era muy mala, 15 grados.

Al llegar al lago parece que quiere llover, y cada vez tengo más claro que es un error estar ahí pero por lo menos debo intentarlo.
Termino de ponerme el neopreno y nos llaman a la cámara de llamadas, esto empieza ya. Todos colocados frente al lago.
Se encienden las bengalas (para dar más tensión je je) y se da la salida, comienza el reto.

Normalmente espero a que salgan todos para evitar agobiarme mucho por los golpes y demás que se dan en el agua, pero esta vez salgo con un grupo. Como era de esperar llego muy agobiado a la primera bolla y en ese momento veo claro que abandono pero al mira hacia detrás veo que viene mucho pelotón y no es buena idea detenerme en ese momento. Continuo poco a poco ya a ritmo muy tranquilo, la natación no es algo que se me de muy bien precisamente y sólo tengo como objetivo terminar los 3,8km. Bueno según el reloj me salen 4125 metros, es lo que tiene no ir muy recto.

Ya en la transición cambio tranquilamente de ropa y a la bici. Comienzo tranquilo mientras como algo y poco a poco aumento el ritmo, cuando me doy cuenta llevó una media de 31km/h por encima del máximo de 30km/h que me había fijado. El día esta muy nublado, parece que va a llover. Bajo un poco el ritmo y completo los 180km a 30,4km/h de media. Más de lo previsto pero me encuentro bien.






Llego a la última transición, me cambio de nuevo y a empezar los 42km. El sol decide aparecer para hacer la maratón más "amena" je je. Al igual que el año pasado no tengo fatiga para correr y llevó buen ritmo, de nuevo más rápido de lo calculado. Paro en todos los avituallamientos, bebo coca cola ( es increíble lo buena que es en estos momentos) agua, y un trozo de plátano. Paso la media maratón a 5:20min/km pero a partir  del km 23 el estómago me juega una mala pasada teniendo que hacer una parada "técnica" je je. Para entonces ya noto que las fuerzas no son las mismas y el ritmo baja.

Cogiendo Reflex

Continuo hasta que en el km 31 la rodilla derecha dice que está para correr poco. Cada 2,5 km en los avituallamientos debo usar el reflex, parece que me alivia algo hasta que ya era insoportable. Desde el último a falta de 1,5km debo correr cojeando. Al final llego a meta con la rodilla inflamada como única molestia, y con el objetivo cumplido en un día que comenzó a las 4:30h, pensando en ni siquiera presentarme en la salida.






Estoy muy satisfecho con el resultado final y al contrario que el año pasado ahora no pienso en absoluto en repetir experiencia.
El Ironman son todos los meses anteriores de entrenamiento que se hacen muy largos y duros condicionando en exceso el día a día, impidiéndote disfrutar de otras cosas y haciendo que la práctica de deporte, que es algo que antes hacia por diversión y disfrutando, ahora no es más que una obligación.

Ahora a descansar CORRECAMINOS!!!!